lunes, 2 de noviembre de 2009

el quehacer teologico

SEMINARIO TEOLOGICO MISIONERO TIRANNO
Materia: el quehacer teológico
Profesor: Luís E. cantero
Alumna: Irene Maqque Imata
Asunto: resumen reflexión
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LA FE DEL TEOLOGO
El teólogo Juan Luís Lorda presenta seis puntos reflexionar acerca de algunos presupuestos fundamentales del quehacer teológico que son perdurables.
1. Los guardianes de las puertas
El autor cita el pasaje de Lc, 11:52 haciendo referencia a los fariseos y doctores de la ley, que les fue encomendada la investigación de los escritos sagrados, ya que era su deber interpretar, ilustrar, desarrollar y aplicarla ley.
La función de estos doctores era típicamente intelectual, pero la situación de estos doctores, reprensaba, sin embargo, un defecto muy característico de la vida intelectual, que, en lugar de hacer saber el mas acciseble, lo hagan mas defecil.
La rectitud de la función del intelectual en este caso de los doctores se mide por su interés en hacer mas accesible el saber a quienes no tiene el tiempo o los medios de procurar ser lo pro si mismo .le corresponde defender las puertas del saber, pero para mostrar a los que lo necesitan a los mejores accesos.
Los saberse se adquiere en la naturaleza del saber que se logra. Por esos la elección de de la puerta del saber o del método resulta de enorme importancia. Y la función del intelectual que consiste en mostrarlo es de gran responsabilidad. Es un riesgo que hay que correr por amor a la verdad.
2. las puertas de la teología
El primer modo es la construcción de la síntesis.
La síntesis teológica debe abarcar todo; pero en caso de conflicto, tiene preferencia en dato revelado sobre la s exigencias sistemáticas.
La corriente teológica de medievales basada en unas claves.
Se debe recocer, sin embargo, que, no todo los intentos han sido afortunadas; en algunos casos, se daba una excesiva presidencia a las exigencias de la síntesis, sobre los testimonios concretos de la fe en que venia trasmitido la revelación.
Es decir, en caso de conflicto, se ha optado a veces por la coherencia del sistema, modificando o marginando el dato histórico, no plenamente coherente. Así sucedió, en distintos autores, en torno a la naturaleza de Cristo, en la comunión, la existencia de los Ángeles, el pecado original, etc.…
3. la puerta del método posesivo
El método posesivo; viene ganando desde el siglo XVII, los estudios positivos han llegado a invadir el pensamiento político (convertido en marchiten electoral), la filosofía (dominado por el estudio técnico del leguaje o convertida en epistemología científica) y la teología.
Tomo mas fuerza desde los años 50, pero hoy mas que nunca tienden a ejercer un papel hegemónico en el saber teológico han multiplicado los estudios de historia de la teología, la hermenéutica bíblica.
Sin embargo debemos tener encuenta los límites de este método. Mientras que defecto típico de las cosmovisiones teóricas, suelen ser de marginar la concreta y prosaica realidad en que se dan los hechos históricos, el efecto característico es el de pensar que se puede proceder siempre de una manera objetiva es decir, sin que intervenga nada especifico del sujeto, de manera que todo lo que se obtenga resulte de validez universal, controlados por todos y por tanto al alcance de todos.
El ideal del método posesivo es encontrar un procedimiento de progresos en Saber que, no pudenda en absoluto del sujeto, que es para todos.
Podemos decir que para comprender un dato (es decir, no simplemente para percibir una impresión) se requiere un inteligencia, y la inteligencia entiende siempre dentro de un contexto, que no es solo un contexto en que se halla el dato, sino también el contexto de la propia inteligencia: sus conocimientos preferencia gustos, puntos de vista
Como resultado negativo de esta consideración resulta que el teólogo que opera en este campo que opera en este campo tiene que tener muy encuenta lo que puede ser su propio contexto a la hora de entender. Sin embargo que esta precaución se toma pocas veces esta muy extendida la idea de que existe una verdadera ciencia hermenéutica plenamente objetiva.
La función de las hipótesis es muy destinta en los dos hábitos.
Las hipótesis científica suelen contar con un aparato matemático que permite establecer predicciones que podrán ser verificadas con al observación de alguno fenómenos. En el caso de la hermenéutica no deben existir nuevas pruebas, pues no es posible repetir los hechos históricos ni volver aras para verlos.
En el caso de las ciencias positivas contamos con hechos futuros para justificar las hipótesis del presente, pero en el caso de la hermenéutica bélica solo contamos con los hechos pasados, es decir con los hechos que han permitido formular esa hipótesis.
Los teólogos nos estamos acostumbrando, a relatar con todo lujo y detalle el desarrollo de aquella comunidad, los destinitos grupos que existían y la participación que tuvo cada uno de ellos en la confección de los textos.
De este modo, podemos padecer que, en este punto capital, somos los expertos quienes tenemos en nuestras manos las llaves de las ciencias y que somos por eso mismo la última instancia de apelación de la verdad de la fe.

4. historia y testimonio
Desde un punto de vista histórico, estos documentos presentan caracteres excepcionales en cuanto a su transmisión. Divido a su debido a su temprana difusión y traducción a otras lenguas no hay otro documento contemporáneo del que exista una tradición documental tan amplio. Este permitido a ser espléndidas ediciones críticas y fijar dataciones aproximadas, que los sitúan, en cuanta fuente histórica, muy próximas a los hechos para lo que es habitual en las fuentes documentales antiguas.
Naturalmente el historiador situado a casi 2000 años de los acontecimientos de las iglesias premotiva carece por completo de medios para controlar las afirmaciones que allí se vierten
Un historiador que quiera entonces, mantenerse en el terreno positivo no se sentirá con fuerzas para entrar a juzgar la validez intrínseca del testimonio; se conformara, todo lo más con recoger algunos datos no intencionados que aparecen en aquellos textos en oblicuo.
La historia no puede decir mucho mas la cuestión queda planteada en términos de fe; es decir, es la decisión de creer o no en el testimonio extraordinario de la primitiva comunidad cristiana.
Decidir

5. ciencia y fe
A veces se tiene la impresión de que el procedimiento científico resulta tras lacado, porque se juzga lo seguro desde lo inseguro, cuando debían ser al contrario. Evidentemente los escritos paulinos y los hechos de los apóstoles contienen noticias preciosas sobre aquella comunidad, pero un muy escuetas y desde luego insuficiente para construir sobre ellas la historia de la redacción de los evangelios.
La fe en este testimonio actúa , por eso, como criterio del conocimiento teológico; solo quien cree- quien acepta el testimonio como verdadero- está en condiciones de elaborar la teología



6. la llave de la ciencia
El teólogo cuenta con mayores conocimientos sobre el sentido de las doctrinas propuestas y sobre su contexto histórico, pero su ciencia no le ahorra su disyuntiva (problema) de creer o no.
Su punto de partida es la fe en el testimonio de la iglesia. Por eso, al contrario de lo que sucede en otros campos, aquí el experto no alcanza conocimientos más seguros que el que no lo es. Al teólogo le corresponde defenderlas, ilústralas, relacionarlas, profundizar en ellas, sistematizarlas, pero no crearlas. Las verdades fundamentales no nacen del trabajo teológico, sino que están ya en su base. Por eso el teólogo procede en cierto modo de los seguro hacia lo inseguro.
Por eso, no es el teólogo quien tiene la llave de la ciencia sino toada la iglesia. Al teólogo le corresponde, sin embargo abrir con esa llave las puertas del saber. Indudablemente, solo las que puedan ser abiertas con esa llave


Conclusión
Personalmente concluyo que el autor se dejo entender. Por ende debemos decir que el teólogo cristiano contemporáneo debe interpretar bien la Biblia y vivir diariamente según dice las escrituras. Como dijo el profesor cantero ser teólogos dan soluciones ya esa en la iglesia el cuerpo de Cristo o en la evangelización en culturas diferentes sabiendo que nuestra tarea es vivir en el reino y dar a conocer el reino de Dios que nos ha sido encomendada.

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