Resumen de Ana: Teologia, Iglesia y Globalización

Seminario Teológico Misionero Tiranno
Materia: El que hacer teológico
Profesor: Eduardo Cantero
Alumna: Ana Montes
Curso: 4ª año.
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Teología, Iglesia Cristiana y globalización
¿Cómo encarar y responder teológicamente al desafío de la globalización?

Globalización, mundialización de las economías

La globalización es la rápida integración de las economías a escala mundial, a través del comercio, los flujos financieros, los efectos de la tecnologías, las redes de información y las corrientes interculturales.
La globalización se caracteriza por un incremento de los flujos de comercio, capital e información y también de la circulación fronteriza de las personas. No se trata de un fenómeno nuevo, ha avanzado a lo largo de la historia.

Cronografía de la globalización

A fines del siglo XIX y principios del XX se observó el mayor crecimiento sostenido del producto en la historia mundial, un crecimiento veloz del comercio, del costo del transporte, navegación a vapor, el telégrafo, el teléfono, expansión de las exportaciones, se tradujo en un flujo masivo de capitales de Europa Occidental a los países en desarrollo en América Latina.

Mitos de la globalización

El verdadero problema de la globalización, es que los países más ricos son los que se llevan la tajada más grande del aumento de las inversiones y del comercio fronterizo.
La globalización no solo tiene que ver con la economía sino también entra en juego las políticas de estado de los países, que en muchos casos se vuelven ineficientes y corruptas para mejor a cualquier costo las economías particulares.

Algunos impactos de la globalización económica

Por ejemplo;
- El 30 % más rico de la población mundial recibe más del 80 % del ingreso total
- El 10% de la población recibe el la mitad del ingreso nacional.
- El ingreso medio para los países más rico es 37 veces el promedio de los más pobres
- 1200 millones de personas subsisten con menos de un dólar por día
- 2800 millones viven con menos de dos dólares por día

Antes esta realidad, vemos que los que se benefician y los que quedan silenciados por las políticas neoliberales que son dirigidas y condicionadas por el FMI, este ente regulador de las economías en vía de desarrollo ha provocado que dos tercios de nuestra población mundial vivan hoy bajo la pobreza y la miseria.
“Juan José Tamayo con respecto a la economía globalizada, la define como la religión de mercado , esta tiene una gran influencia en la opinión pública, anuncian el evangelio de la felicidad, los templos de la antigüedad son los bancos sagrados, en el altar de la globalización se sacrifican vidas humanas en especial la de los más necesitados,, y otra característica que define a la religión del neoliberalismo, es su carácter totalitario”
Como dice Tamayo, estas economías que las culturas locales tiendan a desaparecer, en especial las culturas de los pueblos en vía de desarrollo.

Como teólogos/as cristinas debemos estar preparados para poder dar fundamentos sólidos de nuestra fe y de nuestra manera de hacer teología frente a nuestra sociedad, en especial cuando vemos y sabemos como avanzan las economías mundiales globalizadoras y neoliberales afectando a gran parte de nuestra sociedad a la cual al que darles respuestas a sus necesidades, enseñándoles a enfrentar y cambiar su situación particular que afectara a la sociedad en general.


La iglesia y el impacto de la globalización

La comunidad cristiano no es ajena a esta problemática social, esta inmersa en ella y es afectada en sus intereses, en especial en materia económica, por ejemplos megas iglesias de evangelización.
En nuestro contexto Latinoamericano, los gobiernos liberales imponen nuevas políticas sociales, sin medir las consecuencias, estas acciones nos llevan a tener cada vez más desigual la balanza de economías en un país (pobres y ricos).
Hoy se dice que vivimos en un mundo globalizado, somos parte de de un contexto que a través de la información y las comunicaciones ya no se reconocen barreras geopolíticas, otro ingrediente de la globalización es el neoliberalismo que su objetivo final es que todos los países del mundo abracen la economía del mercado libre, por ultimo esto nos lleva a un cambio de cultura, cultura del ciberespacio.
Ahora bien, debemos reconocer que muchas de estos políticas globalizantes se han implementado en nuestras congregaciones latinoamericanas evangélicas; por ejemplos crear recursos priorizando intereses de un grupo en particular, realizando espectaculares templos, con tecnología de ultimo del mercado, Internet, la competencia de quien tiene la iglesia mas grande o quien tiene mas miembros y demás, que no están mal, pero debemos tener en cuentas las prioridades y necesidades de las personas que nos rodean.
Citamos una frase muy certera de Bonhoeffer “la iglesia debe ser una iglesia confesante que se oponga a todo sistema ideológico que trata de imponer desigualdades sociales, políticas y religiosas etc.”, las iglesia, o mejor dicho los miembros de esa iglesia debemos ser los agentes de cambios en la sociedad, así como los profetas en el Antiguo Testamento denunciaban las injusticias sociales que hacían los gobernantes, de la misma manera con ayuda de Dios, hacer algo por las personas no solo los feligreses sino la comunidad en general.

Como encarar y responder teológicamente al desafío de la globalización

La globalización económica solo beneficia a unos pocos y perjudica a muchos, pero los gobiernos nacionales aceptan y abren las puertas a las empresas multinacionales que compiten con las nacionales estas quedan fuera o desaparecen por no tener los capitales suficientes para poder competir con estas. Y esto va creando al desigualdad y que termina en pobreza.
Ahora bien, como encarar teológicamente esta situación; desde la historia bíblica nos estimula a la toma de decisión por ejemplo, la crítica social de los profetas se levantaba contra la idea de la riqueza como bendición divina, están en contra de la explotación, la injusticia, la corrupción y exigen la atención de los necesitado (viudas inmigrantes, huérfanos, pobres) las personas marginadas de la sociedad. (Is. 1:5; 3:15; Am. 2:6).
También vemos a Jesús denunciando el peligro de las riquezas y su avaricia, les enseñaba que la vida gana profundidad si las personas comparten lo que tienen, en beneficio del bien de todos y principalmente de los más necesitados: los pobres y los marginados.

La globalización económica va en contra de los principios bíblicos que seamos uno en Cristo, al concepto de comunidad, entonces frente a este sistema las iglesias deben ser las primeras en mostrar el ejemplo de hermanada y de ver por las necesidades de los más desfavorecidos, debemos ser cristianos de fe y de acción debemos dejar de lado nuestras diferencias denominacionales y nuestros interese articulares eclesiales y ver más allá de nuestras narices, para juntos llegar a afectar a nuestra sociedad y nuestros gobiernos en particular.

Desde nuestra fe cristiana no podemos ignorar el problema de la globalización y sus efectos, por que hoy se ha constituido en un sistema dominante que compite con nuestros valores religiosos. Es necesario hacer frente a este sistema siendo cristianos responsables y comprometidos con el otro.
Hay que rescatar el pensamiento de la teología latinoamericana; que plantea el diálogo interdisciplinario, por ejemplo con la ciencia económica y trabajar junto con ella para realizar un análisis más certero ya que ella es experta en este campo, y poder llegar a conclusiones y posibles soluciones con principios bíblicos que ayuden a los miembros de nuestra sociedad globalizada.