lunes, 30 de noviembre de 2009

Alumno: Federico Reyes
Profesor: Luis E. Cantero
Tema:¿Como encarar y responder teológicamente al desafío de la globalización?
El artículo es un intento de responder a la pregunta ¿cómo responder desde nuestro lugar teológico a este desafío?

Palabras clave: Globalización, neoliberalismo, iglesia, economía, teología.

GLOBALIZACIÓN, MUNDIALIZACIÓN DE LAS ECONOMÍAS
La globalización es la rápida integración de las economías a escala mundial, a través del comercio, los flujos financieros, los efectos de la tecnología, las redes de la información y las corrientes interculturales. La globalización se caracteriza por un incremento de los flujos de comercio, capitale información, y también de la circulación transfronteriza de personas. Nuestra intención es presentar una propuesta de cómo encarar y responder, desde nuestro lugar teológico el desafío de la globalización y su impacto en nuestras comunidades eclesiales.
CRONOGRAFÍA DE LA GLOBALIZACIÓN
Esta expansión de las exportaciones se tradujo en un flujo masivo de capitales de Europa Occidental a los países en rápido desarrollo de América, así como a Australia y otros lugares.
¿POR QUÉ DEBEMOS ACEPTAR LA GLOBALIZACIÓN?
El espectacular incremento de las inversiones transfronterizas y del comercio internacional en los últimos 20 años, aunado al explosivo crecimiento de las comunicaciones y la tecnología ha escala mundial es lo que suele venir a la mente al pensar en la globalización.
MITOS DE LA ANTIGLOBALIZACIÓN
Además la presencia local de empresas que operan a nivel internacional genera presiones muy fuertes para elevar rápidamente las normas locales en áreas clave como la administración, la tecnología y la calidad del medio ambiente, permitiendo así al país anfitrión participar de forma más eficaz en la globalización. Y, cuanto más vayan a la zaga los países en desarrollo, mientras las cadenas de abastecimiento mundiales se tornan más complejos y desarrollados, más difícil les resultara a las empresas de otros países operar a escala mundial.
Muchas autoridades económicas, empresarios, ciudadanos de países en desarrollo están muy conscientes de la necesidad de participar plenamente en la globalización. En una encuesta reciente realizada por el Foro Económico Mundial se observó que ciudadanos de países como China e India consideran positiva la globalización.

ALGUNOS IMPACTOS DE LA GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA.
James Wolfensohn afirmaba: "Vivimos en un mundo desgarrado por la desigualdad. El 95% viven en países con economías emergentes, los cuales reciben el 7% del valor de capitalización del mercado mundial. Como las demás religiones, la nueva religión practica sacrificios. En el altar de la globalización neoliberal se sacrifican diariamente vidas humanas, las de los pobres y excluidos, y la vida de la naturaleza a través de la tala de los bosques y de la contaminación del aire, de los ríos, etc.
El discurso económico neoliberal formula leyes universales y eternas, de obligado cumplimiento en todo tiempo y lugar, independientemente del contexto geográfico e histórico. El objetivo de la gran mayoría de las iglesias cristianas de hoy con sus diversas mutaciones, no es ya la formación integral del ser humano hacia la vida trascendental, sino crear personas competitivas, cuantas mas siembre dinero mucho mejor. La competitividad se torna el único evangelio que se predica en la religión del mercado. Este evangelio cuenta con evangelistas, teólogos, teólogas, pastores, sacerdotes, etc. Los valores están en los seres individuales, nunca en las instituciones.
Libre iniciativa como despliegue de la libertad individual, que se desemboca en el libre mercado y sobre todo en el mercado único y pensamiento único.
Competitividad feroz y agresiva, orientada a la superación y al éxito individual.
Culto a dios Mamón, al que se le rinde culto y se le ofrece sacrificios de vidas humanas, las de los pobres…
Darwinismo social, que implica la eliminación de quienes no se atienen a la lógica del mercado.
Este impacto del lucro en detrimento de los demás; lo ha sentido la vida individual y familiar, lo que era privado o familiar se mide o se comercializa con frecuencia según el valor de cambio económico.
Como lo describía Tamayo esta globalización se ha convertido en la nueva religión, hay lugares donde los centros comerciales permanecen abierto y la vida económica se extiende a las 24 horas del día. El tiempo dedicado a Dios: la iglesia, ese tiempo dedicado a la fe religiosa no productiva, no se considera de mucho valor. Le da a la vida estructura y sentido. Cuando una universalización irrefrenable desarraiga cultura y medioambiente, destruye el necesario tejido básico de la vida de una sociedad".
Estas personas son excluidas por diferentes motivos como el color de la piel, el lenguaje, etc.
LA IGLESIA Y EL IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN.
Influye en las personas y objetos que vemos y manipulamos, e incluso en el modo de hacer iglesia hoy, en especial en materia económica: Megas iglesias, evangelización. Nos da una idea de la forma como los bautistas de Colombia proceden para hacer iglesia: "(…) se reconocen en general que hay desafíos que la iglesia enfrenta, los cuales son comunes a todas las latitudes. Los gobiernos neoliberales latinoamericanos están tratando de imponer, sin medir las consecuencias sociales y posiblemente sin interesarles, la globalización. Un segundo ingrediente de esta globalización, es el neoliberalismo como principio rector de la economía mundial. El objetivo final del neoliberalismo es que todos los países del mundo abracen la economía de mercado libre. En nuestro contexto latinoamericano pueden percibirse fácilmente los efectos de la globalización. Pero ¿qué clase de desafío? Un desafío para hacer alianza y apoyar la injusticia o ser una iglesia profética: que denuncia lo vil del pecado de esta globalización. Bonhoeffer decía, "la iglesia debe Ser una iglesia confesante que se oponga a todo sistema ideológico que trata de imponer desigualdades sociales, políticas, religiosas, etc.
¿COMO ENCARAR Y RESPONDER TEOLOGICAMENTE AL DESAFÍO DE LA GLOBALIZACIÓN?
Otros arguyen: Es voluntad de Dios, Siempre habrá pobres entre ustedes, Es producto de que algunos están predestinados para ser pobres y otros ricos. Estos calificativos morales de índole religiosa y metafísico encontraron espacio en los ambientes políticos, luego de la caída del comunismo, quedó demostrada que el único sistema viable para las economías de estado era el capitalismo; "no hay alternativas, no se puede hacer nada" y el único sistema confiable es la globalización económica. Urge la elaboración y puesta en marcha de modelos humanistas de progreso, adecuados a las realidades de cada país y que desde luego, generan un proceso de desarrollo humano sostenible". En este sentido, la ética de la vida deviene ética del Bien Común. Nuestros gobernantes no le interesa ésta realidad, lo importante es que este sistema continúe creciendo, beneficiando a algunos con riquezas, al paso que extrae sacrificios de muchos otros; Es válido el comentario de Fidel Castro a los procesos de globalización económica de nuestros países latinoamericanos:
"(…) Donde falta humanidad, no puede haber derechos humanos. Con hegemonismos, con intervenciones de todo tipo bajo cualesquier pretexto, que solo tienen lugar en países pequeños y del Tercer Mundo, sin el respeto al derecho sagrado de cada país a su plena independencia e igualdad en las relaciones internacionales, no puede haber paz ni desarrollo social.
El neoliberalismo, doctrina de moda impuesta al mundo de hoy, sacrifica despiadadamente en los países subdesarrollados los gastos para salud, educación, cultura, deportes, seguridad social, viviendas económicas, agua potable y otras necesidades elementales de la población, es decir, hace imposible el desarrollo social. Que haya pobres en los países industrializados es sencillamente una vergüenza. No hay analfabetos y las perspectivas de vida se elevan a 75 años.
El testimonio de los profetas y de Jesús es claro, Dios está al lado de los pobres, perseguidos, marginados, despreciados y necesitados. Quien se dedique a explotar al prójimo ofreciéndole salario de hambre, etc., peca contra Dios. Esto nos lleva a mirar algunos planteos teológicos aplicando la hermenéutica teológica de la sospecha que cuestiona todo, por ejemplo: para poder evaluar un determinado sistema económico y político, debemos plantearnos la pregunta clave acerca de las consecuencias que ese sistema tiene, por un lado, para la vida y la realización plena de los seres humanos, para la convivencia de la comunidad familiar, social, nacional e internacional, y sobre todo, para la vida de los miembros marginados del cuerpo social. Los índices globales del crecimiento deben ser confrontado con las desigualdades internas dentro del sistema, referidos a las oportunidades de acceso a trabajo, ingreso, educación, vivienda, salud, cultura, seguridad, justicia y recreación. Sin embargo, las políticas del mercado son manejadas y controlados por un sector relativamente pequeño de la sociedad, que actúa exclusivamente en beneficio propio.
Por eso Jesús actúa a favor de los pobres que son bienaventurados porque tienen a Dios por rey (Mt 5: 3) y sobre todo, demuestra en su vida que no hay razón para discriminar a nadie por su condición social, sexo, educación, de etnia, de teología, de oficio, ni por ser pecador, etc. German Gutiérrez dice: "El impacto desastroso de los programas de ajuste estructural, del modelo neoliberal y del llamado proceso de globalización, refuerzan dicho clamor e interés". Urge la reconstrucción de relaciones, prácticas, instituciones y formas culturales que hagan posible la convivencia y la vida humana amenazada. En los movimientos populares crece el clamor por una ética de la vida como fundamento de la vida social. Cada creyente que profesa la fe en Cristo y que hace de esa fe una accion, está llamado a vivir la opción por los marginados, los excluidos del sistema económico neoliberal.. Para ello se necesita una actitud de humanidad y humildad para ser autocrático en nuestro compromiso por nuestra sociedad. Esta opción será una acción crítica a la globalización económica de nuestros pueblos, para que los gobernantes latinoamericanos superen sus deficiencias y opten a nuevos horizontes más humanos tanto en el ámbito local, regional e internacional. Finalmente, las iglesias unida en la diversidad tienen un compromiso en este proceso de trabajo por los excluidos de la globalización económica, concienciar a sus fieles en los países del primer mundo acerca de la injusticia en la que están "implicados y promover una reforma de las estructuras internacionales económicas y políticas. En este sentido las instituciones eclesiales y para eclesiales deben aceptar el desafío de ser guarda de nuestros hermanos que sufren por culpa de nuestro silencio y sumisión al sistema, deben ser proféticos en el anuncio y denuncia de los que oprimen (…), así podremos construir una comunidad política, económica mas humana.

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