jueves, 19 de noviembre de 2009

Ciencia y teologia


Desafío de los científicos a teología

La ciencia y el origen del universo

El origen del universo a sido tema de debate de muchas
ciencias, en especial las ciencias empíricas y la teología.
Es necesario aclarar que no es lo mismo origen
y principio.
Ambos términos no son sinónimos, si usamos la
etimología como aproximación a su significado;
el primero hace referencia a una generación,
esto es a existencia. El segundo hace referencia a tiempo,
no a generación en primer lugar, sino a comienzo.
Es posible que coincida la generación con el comienzo temporal,
pero en general no tienen porque coincidir,
hay una diferencia entre ambos conceptos, relación que la ciencia y la teología han de precisar.

El principio del universo

El concepto de Aristóteles a cerca del universo, era que para el los cuerpos celestes están en movimiento de rotación uniforme, una especie de movimiento inercial mucho antes de que este fuera descubierto.
Otro concepto como el Copérnico; que mantiene las cosmologías medievales de la bóveda celeste, (pone al sol en el centro del universo y la tierra en movimiento alrededor de el)
Olbers, (S. XIX) plantea la dificultad de un universo infinito e ilimitado.
Otro argumento importante a cerca de principio lo supone la teoría de la relatividad, esta teoría en principio se presento como una reinterpretación geométrica de la teoría de gravitación de Newton, esta teoría replanteo muchos problemas filosóficos antiguos, especialmente los relacionados con la naturaleza del espacio y tiempo. Uno de los principios de la cosmología relativa era: el universo tal como lo vemos es homogéneo e isotrópicos a grandes escales y siempre podemos definir una métrica.

La otra línea de pensamiento seguida por la cosmología moderna es la de considerar el origen del universo como una fluctuación del vacío cuántico, llegándose a identificar esta fluctuación del vacío cuántico con la creación exnihilo (de la nada), estos modelos se basan en afirmaciones filosóficas que tienen su origen en los problemas causados por la mecánica cuántica.
Volviendo a la teoría de la relatividad, esta elimina el concepto de un tiempo absoluto, según esta teoría cada individuo posee su propia medida personal del tiempo, medida que depende de donde esta y como se mueve. Estos nuevos conceptos de espacio iban a revolucionar nuestra imagen de universo.
La vieja idea del universo inalterable que podría hacer existido y que podría continuar existiendo por siempre, fue reemplazado por el concepto de un universo dinámico, en expansión que parecía hacer comenzado hace cierto tiempo finito y que podría acabar en algún tiempo finito en el futuro.

Desafío de los científicos a la teología

Desde la publicación del origen de las especies de Darwin Charles, fue el acontecimiento inaugural de la revolución intelectual que aún continúa afectando muchas personas que se hacen los planteamientos a cerca del origen del universo.
Esta teoría planteó un cuádruple desafío al cristianismo tradicional: el desafío al liberalismo bíblico; el desafío a la idea del diseño; el desafío al status de la humanidad y el desafío que representa la ética evolucionista y el darwinismo social.

La primera tarea del teólogo académico consiste en tomar conciencia del hecho de que la actual cultura científica es un campo que hay que tener en cuenta. Esta en juego la credibilidad del teólogo como profesional, como académico y como investigador y por ende; debe tener en cuenta los grandes desafíos del siglo XXI.

Como teólogos, debemos estar informados y preparados con herramientas científicas para poder entablar un diálogo con los científicos y tratar temas como el que estábamos planteando en las líneas anteriores y también otros actuales como; la clonación, proyecto genoma humano, la bioética, entre otros.
Con respecto al origen del universo; de lo que no hay duda es que alguien superior y muy poderoso, lo creo, ya sea en un día o varios, o si hubo una explosión o evolución, definitivamente debe haber alguien, que haya diseñado y creado todo lo bello o no tan bello que vemos y lo que no vemos, alguien que aún muchos están buscando la manera de encontrarlo y empíricamente demostrarlo llevando a números estudio en el laboratorio, como teólogos cristianos creemos que ese alguien superior y poderoso es Dios, y también como teólogos aceptamos muchas de las teorías científicas ya que son obvias y racionales y nos ayudan a comprender un poco de esa maravillosa creación y nunca nos dejará de sorprendernos.

En resumen; como educadores y formadores, si queremos entrar en la presencia de ambientes científicos, implica la búsqueda de un lenguaje que sea comprensible a todos, ya que muchas veces tanto científicos como teólogos tratan temas que están muy bien elaborados, pero que no están al alcance de las personas.
Es importante reconocer la guía y ayuda del Espíritu Santo en la vida del teólogo, ya que aunque pueda estar muy bien preparado, su enseñanza y/o dialogo con otras ciencias puede llegar a ser improductivo.

Seminario Teológico Misionero Tiranno
Materia: el que hacer teológico
Profesor: Luis Canteros
Alumna: Ana Montes
Curso: 4ª año

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