viernes, 19 de marzo de 2010

Fundamentos teológicos del quehacer misionológico (Ana Montes)

Seminario Teológico Misionero Tiranno
Materia: El quehacer teológico
Profesor: Cantero Luis Eduardo
Alumna: Ana Montes
Curso: 4ª año

Fundamentos teológicos del quehacer Misionológico

El despertar misionero en América Latina es evidente, ya que la Iglesia evangélica está asumiendo su responsabilidad con respecto a la predicación del evangelio a todas las partes del mundo, pero también debemos reconocer lo mucho que nos falta por hacer, debido a las diferencias particulares que hemos y tenemos como pueblo de Dios.

Dios: El originador del proceso misionero

En Mateo 25:34 el texto revela lo siguiente: Los ciudadanos del reino (el llamamiento, venid) el mediador (Jesús) y el soberano del reino (Dios)
Dios como creador: Según el Génesis, Dios hizo al hombre para que este en comunión con le creador (Dios), pero el pecado humano ha distorsionado ese diseño de la creación que trajo como consecuencia deshumanización y muerte.
Dios como redentor: Las escrituras nos hablan de un Dios que se interesa por el mundo entero. Primero Dios promete el redentor (Gn. 3:15), en segundo Dios promete la bendición a las naciones (Gn. 12:2-3) pequeña gran observación la promesa es para todas las familias de la tierra.
El siervo de Jehová y las naciones: (Is. 42:1, 53:12) esta relación trata del siervo de Jehová y de su misión, auque Israel fue infiel con Dios, el Mesías recibió la misión de restaurar a Israel y ser salvación de las naciones.

Dios como el Señor del proceso misionero

Llama y envía: (Mt. 9:35-10:42) Jesús indica al señorío de Dios en tres maneras:
1. Se le llama “señor de la mies”
2. Es objeto de oración y
3. Se le reconoce su derecho de llamar y enviar obreros a su mies.
Cristo el mediador del proceso misionero
Según las escrituras (Col. 1:16) por medio de El fueron creadas todas las cosas. El es el mediador de la salvación “porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo”
La venida de Cristo en carácter de enviado se relaciona con la misión de la Iglesia. El les dijo a los discípulos Como me envió el Padre, así también los envío (Jn 20:21)
Su Misión: Jesús vino al mundo para establecer el reino de Dios:
Primero: Jesús conectó su misión con el cumplimiento de las escrituras, “Vino a cumplir la ley y profetas” (Mt. 5:17)
Segundo: Jesús vino a salvar a los pecadores (Mr. 10:45, Jn 3:17)
Tercero: Jesús vino a destruir al diablo y sus obras (1 Jn 3:8)


El Espíritu Santo: El impulsor del proceso misionero

El Espíritu ungió a Jesús para que cumpliese el ministerio mesiánico entre los hombres, El Espíritu Santo fue enviado del cielo a morar en la iglesia a edificarla y a impulsar el movimiento misionero en todo el mundo.

El Espíritu Santo inviste de poder para testificar: el libro de los hechos atestigua del avance de la iglesia en el mundo por el poder del Espíritu Santo (Hch. 1:8, 4:31, 6:8, 9:31).
El Espíritu preside el quehacer misionero: Lucas atribuye al Espíritu Santo el envío de misioneros al mundo gentil (Hch. 13:2,4)
El Espíritu prepara a los pueblos para el evangelio: el testimonio del libro de los Hechos es que la receptividad de los pueblos hacia el evangelio se debió a una obra de Dios, Así por ejemplo, por la relación con los judíos, los gentiles llegaron a ser prosélitos (temerosos de Dios). El es que hace la obra en cada uno de los corazones de las personas.

La Iglesia el agente del proceso misionero

La iglesia es una nueva comunidad, que refleja los valores del reino, justicia, paz y gozo (Ro. 14:17)
Una comunidad que se somete al señorío de Cristo: Los discípulos fueron llamados a dejar todo y dar su vida por causa del evangelio (Mt. 16:21; 24:25) también se les mando la confesión de la soberanía de Cristo sobre su vida y sobre todas las cosas (Mt. 10:32-33)
La iglesia es una comunidad que testifica: no debemos perder este punto importante para la expansión del reino de Cristo,
La iglesia es una comunidad que crece hacia la madurez: el crecimiento se efectúa por medio de la enseñanza de la palabra de Dios, la Biblia (Ef. 4:11-16) hay que tener en cuenta que el crecimiento no solo tiene que ser en cantidad sino también en calidad.

Conclusión:

En primer lugar la misión es de Dios, es parte del plan de Dios en su gran amor por su creación.
En segundo; la misión es realizada por Dios en última instancia, ya que el Espíritu Santo es el que impulsa y esta en medio de su discípulos para la evangelización.
Y en tercer lugar, el proceso misionero es responsabilidad de la Iglesia, el deseo de Dios es que su iglesia, la comunidad de fe lleve su mensaje a todas las familias de la tierra.
Para que el mensaje de Jesucristo llegue a todos los rincones de la tierra debemos estar de acuerdo como iglesia, dejando de lado todos nuestros intereses particulares denominaciones, y con un corazón como el corazón de Jesús.

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