viernes, 21 de agosto de 2009

ASPECTOS INTRODUCTORIO AL QUEHACER TEOLÓGICO

Por. Prof. Dr. Luis Eduardo Cantero, Argentina*

¿Quién es un Teólogo? ¿Cuál es la tarea del teólogo? ¿Qué hacen los teólogos?
Un teólogo por vocación es una persona que investiga el sentido de lo que han sido dados a los creyentes, como investigador del auto-revelamiento de Dios que se culmino en Jesucristo y como comunicadores del sentido y trascendencia de la nueva vida que engendra la palabra de Dios. Es un investigador del significado de la palabra de Dios y de la vida de fe.
Las tareas del teólogo según mi experiencia las resumo de la siguiente manera:
En primer lugar, se esfuerza por buscar la verdad y la permanencia en ella. Debe leer desde el acontecer humano la intervención de Dios en el mundo.
En segundo lugar, tiene una función especial dentro de la iglesia, que no lo hace ser un semidios, sino que en su llamado cumple un rol especial vivir en comunión con el Espíritu Santo que lo lleve a una comprensión cada vez más profunda de la Palabra de Dios, que ha sido inspirada por él y se ha mantenido viva en la tradición de la iglesia cristiana. Finalmente, el teólogo está llamado a intensificar su vida de fe y a unir siempre la investigación científica, las ciencias sociales y la oración.
¿Qué hacen los teólogos?
ser teólogo no es cuestión de pasar el tiempo de recitando mensajillos, ni mucho menos estar en un estado de lejanía con respecto al hoy. El teólogo como otro profesional cumple un rol dentro de la sociedad, así como cualquier profesional se pregunta por su quehacer, el teólogo le pasa lo mismo, pero su acción transciende.
¿Qué es Teología? La Teología como ciencia analógica.
¿la teología es una ciencia? ¿Cuál es su objeto? ¿Si es ciencia, a que grupo pertenece? La teología parece una ciencia, puesto que en el estudio de sus contenidos se aplican procedimientos metodológicos, críticos e intelectuales, aunque difieren por completo de los de las ciencias naturales y también de las humanas, ya que su objeto final, Dios, no es accesible a la investigación empírica.
La teología es un conjunto que abarca (...) palabra, descubrimiento del sentido propio, reflexión a base del esfuerzo racional e histórico, a través de símbolos, de cultura de vida... La Teología, denominada "ciencia de la fe" se relaciona como tal con la ciencia y con la fe.
El punto de partida de la Teología en cuanto saber, es el acto de fe, el cual empuja al teólogo o a la teóloga a investigar “los vínculos históricos y antropológicos de la revelación.”
El teólogo realiza este trabajo por medio de métodos rigurosos, que pueden considerarse científicos, en cuanto disciplinas que ordenan conocimientos, inducen o deducen leyes, hacen aplicaciones. El método de la Teología es el camino para alcanzar el conocimiento teológico, trátese de la teología sistemática, dogmática, pentecostal, fundamentalista, latinoamericana, feminista, espiritual, pastoral (...). El teólogo utiliza el método científico al realizar procesos que por su naturaleza misma conducen a la construcción del saber teológico. Por analogía con el trabajo de las ciencias, a este trabajo le llamamos trabajo científico. Pero la utilización de estos procedimientos debe ser antecedida por una especie de sapientia, (fruto de la fe), que posibilite pensar teológicamente.
"El acto de la ciencia es inseparable del ejercicio del método científico" Podemos decir que la teología no es solo es hija de la fe sino también de la razón. Está siempre construyéndose con los métodos de su tiempo.
¿De donde parte el/la teólogo (a)?
El teólogo parte del hecho de la Revelación como de su fuente. El objeto de su fe, las verdades que cree, (fides quae creditur) están en el lugar que tienen los "hechos" de las ciencias empíricas; éste es el punto axial de la reflexión teológica.
Desde este punto de partida, el teólogo investiga los datos históricos y antropológicos de la Revelación, con la ayuda de las ciencias científica; a este primer momento de la investigación teológica se le llama momento científico de la teología. Luego el teólogo trasciende racionalmente estos datos para llegar a un segundo momento, si así podemos llamarlo, que es el momento especulativo, en el que el teólogo busca la inteligibilidad de esos datos en la comunidad de fe en el presente.
Cabe pues distinguir, en Teología, entre método y métodos. El método teológico escucha la realidad toda, todo lo cognoscible y comprensible por la razón, a la luz de la realidad de Dios quien le da, a todas las cosas y al ser humano mismo, su último sentido.
El estatuto epistemológico de la Teología trasciende el de los otros saberes. Su lugar está más allá de la misma Filosofía, en cuanto ésta es un ejercicio de la razón, que toma de sí misma su capacidad de comprensión de la totalidad, mientras a la Teología le compete la escucha de la Palabra revelada.
La Teología está en función de la misión como lo está la Iglesia misma. La misión de la Iglesia en el mundo es la tarea de acercar el mensaje de la revelación, a Cristo mismo, a todos los seres humanos, a todas las culturas (…), en todos sus problemas.
la Teología ha de abrirse a todos los saberes con sus propios métodos, todos aquellos que le han de servir como instrumento de aproximación a la realidad de cada ser humano, de cada cultura, en su mundo.
¿Qué le ofrecen los métodos de otras ciencias a la teología?
Los métodos de las ciencias humanas le aportan a la Teología diferentes modos de aproximación a la realidad del género humano, del mundo y le ofrecen la posibilidad de una comprensión cada vez más amplia, no sólo de la Palabra de Dios en cuanto palabra revelada por modos humanos, sino de diferentes aproximaciones a la realidad en que el destinatario de la fe vive su vida, como asegura Kuhn: “No hay teología sin nuevo nacimiento”.
Todos los métodos de investigación son pues útiles a la reflexión teológica. De ello da cuenta la teología contemporánea.
Es preciso que la Teología aún en sus esfuerzos investigativos a los de la Biotecnología en su reflexión sobre el ser humano y sus producciones. Estos nuevos problemas generan nuevas formas de hacer Teología.
La interdisciplinariedad y transdisciplinariedad de la investigación se vuelven casi obligatorias. Al teólogo le compete conocer a conciencia los fenómenos sobre los que construye su discurso, trátese de la investigación genética, de la clonación, o del diagnóstico de la muerte humana. También el Derecho, las Ciencias Sociales, Políticas, incluso los procesos Económicos, que le ayudarán a comprender los grandes problemas de nuestro mundo. De estas reflexiones se nutren la Teología escatológica, la teología Pastoral, las teologías de las misiones.
En resumen, es preciso que al hacer teología desde tu contexto, utilices los datos tanto de las ciencias empíricas, como de las que son fruto de la reflexión teórica. Si tu trabajo se dirige precisamente a la obtención o confrontación de estos datos, has de organizar un proceso lógico para la construcción del saber teológico, para ello vas a necesitar las herramientas y técnicas que utiliza los sociólogos.
¿Cuáles son las fuentes de la teología?
Congar dice que “la Teología es un saber y el teólogo es un sabio.” Su saber no se adquiere por sus estudios recibidos en una Facultad Teológica, sino por la revelación del Padre según Mateo 11: 22 y ss. Esta revelación esta contenida en la Biblia, es cosa divina, misteriosa, imposible de comprender por la inteligencia humana (1 Cor 2: 7, 10 - 16). Dios nos la revelado por el Espíritu Santo, pues el Espíritu escrudiñar todo, hasta la vida misteriosa de Dios. “El hombre con su propia inteligencia no capta las cosas del Espíritu. Para él son locuras. No las puede comprender porque para eso se necesita un criterio espiritual (…) (Ef. 1: 17).
el teólogo necesita vivir una vida intima con Dios a través de la oración, la lectura de la Palabra de Dios y una vida consagrada. Como afirmaba el monje oriental: “Si eres teólogo, orarás verdaderamente y oras verdaderamente, eres teólogo.” Entonces, el teólogo tendrá como fuente primaria la Biblia y la tradición cristiana. Dichas fuentes son garantizadas, conservadas y enseñadas de modo infalible, de generación en generación, por la iglesia. Además de esto, el teólogo debe saber que la fuente es todo aquello lugares donde se contiene la revelación.
LA BIBLIA
La Biblia es la palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo; por eso ella constituye el alma de la Teología cristiana. Es la base de las afirmaciones teológicas, por eso la exegesis y la hermenéutica hace posible una profundización y rejuvenecimiento de la teología. Sin embargo, la Biblia debe estar unida a la tradición y a la enseñanza de la doctrina de la iglesia con el objetivo de mantener el recto sentido de los textos. Si su teología no tiene en cuenta estas fuentes, entonces su teología no es teología de la Palabra de Dios, es otra cosa y será toxica para su vida espiritual.
LA TRADICION
La tradición refleja la vida intelectual, orante y litúrgica de la iglesia, es anterior a la escritura misma. Es anterior a la escritura misma y mantiene con ella una profunda relación. La tradición y la escritura están estrechamente unidas, manan de la misma fuente.
El cuerpo de ministros y los convocados a un plan educativo y pastoral, que constituye otra fuente, Le han sido encomendado el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral y escrita, y lo ejerce en nombre de Jesucristo. En virtud del mandato recibido de Cristo y por un don especial del Espíritu Santo, el cuerpo de la iglesia conformado por todos los llamados a un ministerio, tienen la misión de conservar el depósito de la fe en toda su integridad. Lo protege de error y juzga con autoridad las interpretaciones de la revelación que ofrece la teología y él mismo ofrece consideraciones y desarrollos en torno a la fe.
Revelación y Biblia.
Todo teólogo para hacer teología requiere del dato revelado, la Biblia, la razón y la fe; es por ello que James Garrett comienza preguntándose por donde comenzar, dice él que algunos comienzan por la existencia y la naturaleza de Dios mismo; pero, El como otros prefiere comenzar por la Revelación de Dios a la humanidad, porque esta ha sido de suma importancia para la teología cristiana en el transcurso del siglo XX. El termino revelación tan fundamental en los escritos teológicos cristianos contemporáneos, puede definirse por medio de un análisis de su etimología, de su uso en el Nuevo Testamento y de su significado teológico, llegando a la conclusión que Revelación significa quitar el velo encubridor o la verdad suprema, ha sido revelado o que puede ser descubierto.
Revelación general, según El es aquella revelación de Dios que esta a la disposición de todos los seres humanos porque se descubre en el universo creado y en el interior de las personas. Por otro lado, la revelación especial es aquella revelación histórica de Dios al pueblo de Israel y por medio de Jesucristo. Por lo tanto, la revelación específicamente cristiana de Dios es la revelación especial o histórica. Aunque el contenido y los medios de la revelación general se diferencian de los de la revelación especial que ha sido registrada en la Biblia, la Biblia misma parece dar testimonio de o enseñar la existencia de la revelación general.
La Revelación, la religión y las religiones.
El concepto de una autorrevelación divina que se expresa por medio de la creación y de la conciencia humana, deriva fácil y naturalmente de la pregunta de si las diversas religiones practicadas por la gente que compone la humanidad pueden identificarse en su esencia con tal revelación divina. Así, el tema de la revelación, la religión y las religiones se desprende de la problemática de la revelación general. No solamente los teólogos cristianos han llevado a cabo el estudio del origen de la religión. También filósofos modernos, sociólogos, psicólogos y estudiosos de la religiones comparadas han participado en este campo, exponiendo teorías diversas y variadas sobre el origen de este fenómeno.
Fe y razón
La teología considera a Dios como trascendente a la historia de la salvación. Es una manifestación de Dios en Cristo, por tanto teocéntrica, pero sobre la base de la historia de la salvación, y por ende cristológica (…). Todo esto es importante para la inteligencia de la teología. El hacer teología implica estudiar a profundidad esta revelación cristiana, sus datos y las afirmaciones que existen respecto al plan de salvación del Creador. Todo lo que Dios dio y da a conocer de su propia persona, de su designios de salvación, su glorificación de la humanidad y la creación entera, nos llegó a través de la historia de la salvación, y los medios que él utilizó para dejarnos un legado como las Sagradas Escrituras, la historia de nuestra doctrina cristiana (la tradición), la liturgia, la historia de los reformadores son fuentes que le sirven al teólogo para sostener la doctrina cristiana y justificar las enseñanzas de esa doctrina para el pueblo cristiano de hoy.
Pero, todas estas fuentes para ser comprendida por el pueblo, el teólogo deberá ordenar sistemáticamente y relacionarlos entre si. Para hacerlo, el teólogo recurre a la filosofía, es decir a una manera de comprender o entender la existencia humana y al universo. “El hecho que hubo y hay muchas maneras y visiones filosóficas explica que hubo y hay orientaciones diversas en la teología cristiana de hoy”. Por ende, toda reflexión teológica deberá ser siempre histórica como la misma Revelación (Fe) y siempre estará “pensada” por la inteligencia humana (Razón) para formar una comprensión única y verdadera. Es decir, todo quehacer teológico debe estar enteramente iluminado por la sabiduría divina. No será un esfuerzo de la carne, sino de sabiduría sencilla según Mateo 11: 25: “Padre, Señor del cielo y de la tierra, yo te alabo porque has mantenido oculta estas cosas a los sabios y pudientes y las revelaste a personas humildes y sencillas.”
*Luis Eduardo Cantero, pastor bautista, Decano del Seminario. www.luiseduardocantero.es.tl

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